INGREDIENTES (Para 4 personas):
4 patatas medianas
1 cebolla
5 huevos
sal
aceite de oliva virgen
ELABORACIÓN:
Todos sabemos que la tortilla es algo tan personal casi como el perfume, tanto a la hora de degustarla como de realizarla. En mi casa estamos divididos en la textura final. A unos nos gusta jugosa y a otros sequita así que he optado por hacer tortillas indivuduales y así cada uno a su gusto.
La elaboración general es común para todas las tortillitas (solo faltaba....)
Ponemos una sartén con abundante aceite limpio a calentar. Pelamos y lavamos bien las patatas y cortamos en rodajas no muy finas, hacemos lo mismo con la cebolla y salamos todo junto. (la luz de la foto es terrible)
A continuación echamos la mezcla a la sartén y cuando estén friendo de forma viva, bajamos un poco el fuego, pero sin que deje de hervir el aceite.
Damos un par de vueltas durante la cocción de las patatas y esperamos a que estén blandas. Llegados a este punto volvemos a subir el fuego hasta que empiecen a dorarse un poco. Sacamos y escurrimos.
A continuación, en un bol, batimos los huevos con una pizca de sal y añadimos las patatas. Les damos vueltas para que se mezclen bien con el huevo.
Calentamos una sarten con una cucharada de aceite que repartiremos bien por la base y las paredes de la misma. Cuando esté la sartén caliente añadimos la mezcla y damos un par de vuesltas con una espátula. Dejamos que cuaje el huevo por abajo (sin que se queme) y damos la vuelta a la tortilla.
Si la queremos jugosa, con 10 segundos de sartén por cada lado será suficiente. Si la queremos cuajadita, la dejaremos unos 20 segundos pero a fuego más bajo.
Y Voilá... Las dos versiones.
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