En esta ocasión, las encontró mi costilla en un prado de la zona de Villarmayor (Miño), mientras yo acompañaba a mi suegra a un funeral. (Las ventajas de no entrar a la iglesia).
Tiene un sombrero muy característico con motitas parduzcas que parecen escamas y un tallo leñoso que no se come porque es muy duro.
Lepiotas (Las que consigamos)
aceite de Oliva Virgen
Ajos
Sal
(En este caso las cantidades varían en función de la cantidad de setas que consigamos)
ELABORACIÓN:
Su preparación es muy simple. Una vez desechado el tallo, se limpian con cuidado con un trapo seco, y se trocean con las manos, ya que si las manipulamos mucho, se ponen oscuras y feas.
A continuación, añadimos un chorro de aceite en una sartén y troceamos 3 o 4 ajos.
Cuando el aceite esté caliente y los ajos empiecen a "saltar" añadimos las setas partidas y un pellizco de sal y dejamos sofreir sin mover mucho, (con un par de vueltas será suficiente), hasta que empiecen a quedar tostadas.
Emplatamos y servimos calientes. Debemos tener en cuenta, que como todas las setas, merman bastante.
Buen provecho
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